martes, 15 de marzo de 2016

Una noche más

Eres como ahogarse, revivir, y vivir amando en el mar, como un invierno que se transforma en primavera. Y yo ya nos siento floreciendo.

Solían decirme que los mejores momentos son los comienzos, y estoy empezando a pensar que me mintieron. Me miro ahora, y mi yo del pasado no me creería si le contase lo que siento ahora. No sé tu, pero yo soy afortunada y feliz, porque descubrí que la piel del monstruo estaba hecha de flores. Y aún así, quise encontrar las espinas y tus pétalos para conocerte y quererte, y desde luego que los encontré, e igual que tú descubrí que no todo es flotar en nubes, que todo vaya bien y que no existan diferencias. Esas diferencias y lo que cada uno siente nos hace lo que somos, y si hemos conseguido conectar tan bien, no podemos ser tan malos.
Y bueno, ahora te quiero, mañana tal vez siga haciéndolo, y sigue siendo gracioso que me pregunten el por qué de cantar en la ducha o bailar delante del espejo, si no te han leído en braille en una habitación a oscuras o no me han escuchado reírme a carcajadas estando sola en mi cuarto.

Mi vida también fue una mancha negra en un lienzo en blanco, 
pero alguien me llevó al museo
y me llamó arte.
Quizá sólo se trate de encontrar a quien te sigue mirando cuando tu cierras los ojos.