¿Qué mejor forma de comenzar una primavera que lloviendo?
Pero no una lluvia torrencial. No hay truenos ni relámpagos, solo lluvia, de esas que te limpia el alma y el mal genio, que te hace olvidar que tu no abrazabas, tu taladrabas el alma (y no, no hay nostalgia). Borré las cicatrices que dejaste en mi para poder crear otras nuevas.
Es tiempo de evolución, y cada latido me dice que un nuevo día se acerca, aunque es posible que persistan los nubarrones.
Ya no te quiero, mi amor, ahora me quiero.
Pero si esto que siento no son mariposas.. Será la primavera.
Que extraño se me hace esto de ser feliz. Aunque sin duda lo peor es sonreír al imaginarme besando una sonrisa ajena y descubrir unos ojos que te miran cuando creen que tu no lo haces. Es curioso volver a manías antiguas, verse reflejada en otro espejo que no es el tuyo, y no sentirte desnuda ni desvalida, sino segura. Algo así como... ¿querida?
Que grande me viene todo esto, cuando las mariposas se reproducen sin parar, y mas que una caricia agradable, parece una jauría de leones hambrientos.
El amor, qué gran metáfora sin sentido.
Es tiempo de crecer y quererse. Mirarse y sentirse orgulloso de uno mismo, porque un día mas le has ganado a la tristeza y al karma, y aquí sigues.
El peligro de sentir de verdad en un mundo de mentira. Al fin y al cabo, algunos tienen un alma demasiado bonita para este mundo de mierda, el cual recorrería hasta el final de sus días, pero siempre de tu mano, siempre al pie del cañón.
No la sueltes.
Pétalo a pétalo se acaba memorizando una rosa. Y tan inhibido lo tenia su fragancia y su reflejo, que cuando por fin tuvo una en su mano, la deshojó y dejó en el suelo.
Solo se escuchó: - mentirosa.
¿Acaso es eso? ¿Somos juguetes de nadie y dueños de todos?
Qué vacío tan intenso, si hasta parece haberse tornado en emoción.
viernes, 18 de septiembre de 2015
lunes, 14 de septiembre de 2015
Bienvenida, primavera.
Tráeme un héroe, y te escribiré una tragedia, porque allí donde terminaba tu mirada, comenzaba el frío.
Caballeros, con armadura contra el invierno y dispuestos a luchar con dragones y brujas, que mirarán dentro del armario y debajo de tu cama, para después meterse en ella dispuestos a todo y a nada.
No, gracias.
¿Qué estabilidad voy a encontrar en mi misma, si solo me cruzo con jinetes errantes?
Del mismo modo que el cielo necesita el mar para tener un horizonte, yo necesito un punto de inflexión que me aparte de este vacío por el que a veces me precipito, y si no me das la mano, aprenderé a volar (aunque sé que hace tiempo ya que no me la tiendes).
Ya no me da miedo el vértigo.
Ya no hay invierno, ni nieve, ni frío.
Me liberé de mis cadenas, dejé de ser sumisa, dejé de ser el artista trágico y enamorado de mi resaca. Ya no me compadezco, y por fin comienza a oler a azahar.
Bienvenida, primavera, no sabes cuanto tiempo llevo esperándote.
Por fin mi vacío se disipa, y ahora solo queda el miedo a lo desconocido. Las mariposas ya no lo son, ahora simplemente son polvo flotando en un vacío que comienza a llenarse. Ya no hay amor, no hay miedo ni rencor, queda una luz tenue, que cada día crece mas y mas. Algún día le pondré nombre.
La parodia del algo que se crea de la nada y a si mismo. Suena tan tonto que hasta parece tener sentido, pero es una sensación tan cálida que podría quedarme aquí a vivir, aunque solo sea por un tiempo.
Gracias por ser un idiota, y por permitirme serlo.
Por favor, no te extingas. Arde conmigo.
Caballeros, con armadura contra el invierno y dispuestos a luchar con dragones y brujas, que mirarán dentro del armario y debajo de tu cama, para después meterse en ella dispuestos a todo y a nada.
No, gracias.
¿Qué estabilidad voy a encontrar en mi misma, si solo me cruzo con jinetes errantes?
Del mismo modo que el cielo necesita el mar para tener un horizonte, yo necesito un punto de inflexión que me aparte de este vacío por el que a veces me precipito, y si no me das la mano, aprenderé a volar (aunque sé que hace tiempo ya que no me la tiendes).
Ya no me da miedo el vértigo.
Ya no hay invierno, ni nieve, ni frío.
Me liberé de mis cadenas, dejé de ser sumisa, dejé de ser el artista trágico y enamorado de mi resaca. Ya no me compadezco, y por fin comienza a oler a azahar.
Bienvenida, primavera, no sabes cuanto tiempo llevo esperándote.
Por fin mi vacío se disipa, y ahora solo queda el miedo a lo desconocido. Las mariposas ya no lo son, ahora simplemente son polvo flotando en un vacío que comienza a llenarse. Ya no hay amor, no hay miedo ni rencor, queda una luz tenue, que cada día crece mas y mas. Algún día le pondré nombre.
La parodia del algo que se crea de la nada y a si mismo. Suena tan tonto que hasta parece tener sentido, pero es una sensación tan cálida que podría quedarme aquí a vivir, aunque solo sea por un tiempo.
Gracias por ser un idiota, y por permitirme serlo.
Por favor, no te extingas. Arde conmigo.
miércoles, 2 de septiembre de 2015
Prometo estarte agradecida.
Estoy harta de la maldad del mundo, de su aire viciado y su olor a cigarrillo, de sus barrios podridos y de los fantasmas de su gente (esas que, mas que personas, son bichos asquerosos con un disfraz de carne, como dijo Kafka).
Últimamente la maldad y la guerra le ganan terreno a la felicidad. Los inviernos son cada vez más largos, y las golondrinas ya no volverán a poner sus nidos en los balcones, porque la primavera pasada ahogaron a todos sus pollitos. Ese pobre artista trágico ahora se gana la vida robando, cuando no va drogado o borracho. Los niños ya no tienen inocencia, se la arrebatan nada mas nacer. Los jóvenes ya no se enamoran, porque el amor ahora se esconde en las alcantarillas, asustado por las bocas que lo nombran.
Ya, por poder, no podemos respirar, querer, ni si quiera opinar.
Y de repente, como una luz al final del túnel, llega esa chica con la falda mas corta de lo que debería. Si, ella, la que se contonea por la calle Amargura. Su cintura te hipnotiza, y tu no puedes hacer mas que seguirla. Se llamaba Esperanza.
Y llegó, e hizo que la maldad y la guerra se acostaran con la paz. Los inviernos aún siguen siendo largos, pero ya no nieva en los picos de la montaña. Nuestro artista ahora es un pobre enamorado, y Cupido dispara a sus anchas, a ver si hay suerte esta vez. Los niños siguen buscando su inocencia, pero al menos llegan al mundo llorando (y, según ella, es el sentimiento más puro y sincero que existe). El amor sigue confuso, porque ahora se comparte, se tira, o arde en una sola noche (porque, para ella, el amor es correr en sentido contrario a tus cicatrices). Joder, ahora merece la pena vivir, y lo haría solo por verte pasar por mi cama.
Ella eres tu. Esto es lo que me haces sentir. Curas mis inviernos y amansas mis primaveras y sus tormentas, llevándote contigo mis miedos. Ahora el artista soy yo, y me enamoré de la vida, aunque aún me dura la resaca.
Últimamente la maldad y la guerra le ganan terreno a la felicidad. Los inviernos son cada vez más largos, y las golondrinas ya no volverán a poner sus nidos en los balcones, porque la primavera pasada ahogaron a todos sus pollitos. Ese pobre artista trágico ahora se gana la vida robando, cuando no va drogado o borracho. Los niños ya no tienen inocencia, se la arrebatan nada mas nacer. Los jóvenes ya no se enamoran, porque el amor ahora se esconde en las alcantarillas, asustado por las bocas que lo nombran.
Ya, por poder, no podemos respirar, querer, ni si quiera opinar.
Y de repente, como una luz al final del túnel, llega esa chica con la falda mas corta de lo que debería. Si, ella, la que se contonea por la calle Amargura. Su cintura te hipnotiza, y tu no puedes hacer mas que seguirla. Se llamaba Esperanza.
Y llegó, e hizo que la maldad y la guerra se acostaran con la paz. Los inviernos aún siguen siendo largos, pero ya no nieva en los picos de la montaña. Nuestro artista ahora es un pobre enamorado, y Cupido dispara a sus anchas, a ver si hay suerte esta vez. Los niños siguen buscando su inocencia, pero al menos llegan al mundo llorando (y, según ella, es el sentimiento más puro y sincero que existe). El amor sigue confuso, porque ahora se comparte, se tira, o arde en una sola noche (porque, para ella, el amor es correr en sentido contrario a tus cicatrices). Joder, ahora merece la pena vivir, y lo haría solo por verte pasar por mi cama.
Ella eres tu. Esto es lo que me haces sentir. Curas mis inviernos y amansas mis primaveras y sus tormentas, llevándote contigo mis miedos. Ahora el artista soy yo, y me enamoré de la vida, aunque aún me dura la resaca.
sábado, 29 de agosto de 2015
Al futuro
Llegará el día que no tenga miedo a abrir los ojos dentro del mar de oscuridad en el que me zambullo cada vez que respiro. Será ese día en el que cuando me mires y me vea reflejada en ti, no tendré miedo de que me descubras, y será solo un día cualquiera en el que salte por todas partes y sonría, sin ninguna objeción. Ojala me quieras libre, que la luna me sabe a poco.
Ojala un día te rías contándome que no has dormido en toda la noche porque has estado pendiente de que no me falten besos, para sonreír incluso dormida, porque eso significará que no he dormido sola, que me has protegido de los monstruos y las brujas, que estoy a salvo de mi, de ti y del mundo.
Ojala un día me digas que no te doy miedo, que todos tenemos días malos. Y entonces me miras, y me dices que los ojos tristes son más sinceros y bonitos que unos que nunca han visto llorar.
Sería gratificante saber que puedo llorar y gritar y que no saldrás corriendo, sino que te quedarás conmigo y simplemente me mirarás, como sé que lo haces cuando crees que no me doy cuenta, y me calmarás. Entonces el mundo volverá a girar para tener sentido, porque tu giras con él.
Quiero ser feliz conmigo misma. Quiero vivir, no puede ser tan difícil.
Una pena que sea mentira, una ilusión lejana de esperanza. Mas divagaciones.
Ojala un día te rías contándome que no has dormido en toda la noche porque has estado pendiente de que no me falten besos, para sonreír incluso dormida, porque eso significará que no he dormido sola, que me has protegido de los monstruos y las brujas, que estoy a salvo de mi, de ti y del mundo.
Ojala un día me digas que no te doy miedo, que todos tenemos días malos. Y entonces me miras, y me dices que los ojos tristes son más sinceros y bonitos que unos que nunca han visto llorar.
Sería gratificante saber que puedo llorar y gritar y que no saldrás corriendo, sino que te quedarás conmigo y simplemente me mirarás, como sé que lo haces cuando crees que no me doy cuenta, y me calmarás. Entonces el mundo volverá a girar para tener sentido, porque tu giras con él.
Quiero ser feliz conmigo misma. Quiero vivir, no puede ser tan difícil.
Una pena que sea mentira, una ilusión lejana de esperanza. Mas divagaciones.
miércoles, 26 de agosto de 2015
Llorar hasta secarnos, reírnos hasta volver a mojarnos por dentro.
La parodia de como recibir sin merecer. La ironía de estar rota y querer arreglarlo todo.
Parece triste, pero es peor.
Vivir engañando a tus seres queridos, con una sonrisa de oreja a oreja permanente, y ahogar a tu almohada en lágrimas cuando te quedas sola. Intentar expresarlo, y contenerte por miedo a que sea contagioso.
Que te coma por dentro... Que te desgarre como un perro hambriento, y aún así levantarse, mirarte al espejo cada mañana y decir: "un día mas y aquí sigo, yo gano".
Este sentimiento de soledad absoluta que te hace creer que de verdad nadie podrá querer lo que hay dentro de ti porque es todo fachada. Realmente todo esta en ruinas.
Mirar y ver sonrisas vividas y preciosas, y llegar a sentir envidia de ellas, porque esa es tu máxima aspiración: sonreír, y que no sea por compromiso. Creer que no puedes querer porque tienes el corazón tan podrido que ni los gusanos podrían vivir ahí. Llorar hasta quedarte sin tus demonios interiores.
¿Qué te queda, cuando ni si quiera te tienes a ti mismo? ¿Cómo hacer que esos gusanos se conviertan en mariposas? Y mas importante aun, ¿cómo hacer que sobrevivan a tu invierno?
A pesar de la hipotermia, quiero diciembres contigo.
Parece triste, pero es peor.
Vivir engañando a tus seres queridos, con una sonrisa de oreja a oreja permanente, y ahogar a tu almohada en lágrimas cuando te quedas sola. Intentar expresarlo, y contenerte por miedo a que sea contagioso.
Que te coma por dentro... Que te desgarre como un perro hambriento, y aún así levantarse, mirarte al espejo cada mañana y decir: "un día mas y aquí sigo, yo gano".
Este sentimiento de soledad absoluta que te hace creer que de verdad nadie podrá querer lo que hay dentro de ti porque es todo fachada. Realmente todo esta en ruinas.
Mirar y ver sonrisas vividas y preciosas, y llegar a sentir envidia de ellas, porque esa es tu máxima aspiración: sonreír, y que no sea por compromiso. Creer que no puedes querer porque tienes el corazón tan podrido que ni los gusanos podrían vivir ahí. Llorar hasta quedarte sin tus demonios interiores.
¿Qué te queda, cuando ni si quiera te tienes a ti mismo? ¿Cómo hacer que esos gusanos se conviertan en mariposas? Y mas importante aun, ¿cómo hacer que sobrevivan a tu invierno?
A pesar de la hipotermia, quiero diciembres contigo.
lunes, 29 de junio de 2015
Miedo
A veces, te das cuenta de que todo el mundo cree saber quien eres, y ese saber implica una posesión de secretos y recuerdos que, a la larga, te destrozan. A veces, ves complicidad, escuchas palabras de cariño. A veces te mienten, Te mientes. Te destrozas.
Y tu, como un camaleón, te adaptas, cambias según quieras o te convenga ser. Y al final, nadie sabe nada de ti, y tampoco les importa. Solo eres un eslabón más de la cadena trófica. Solo eres una mísera serpiente, que se arrastra, respira, traga y calla.
¿A quién vas a importarle, si incluso las palabras de amor se te atragantan?
Y es extraño, porque cuanto más sabes de ti, más te asustas. Y te preguntas, ¿qué es mejor, estar vacía, o que lo que esté dentro de ti dé miedo? Es decir, ¿qué es mejor, llegar a no sentir nada en absoluto para no hacerte daño, o sentir para no hacer daño?
¿Por qué dejo que me influyas tanto? ¿por qué te dejé escarbar tan hondo? ¿Por qué me rompiste?
Preguntas eternas. Respuesta: ninguna.
Lo curioso de todo esto, es que tal vez me guste, porque el hecho de preocuparme implica que tiene que haber algo ahí dentro. Es posible que no te haya perdonado, y que te odie, y que me culpe a mi misma por sentir esto, pero maduré. Sé que soy una persona, y no un monstruo. Sé que estos no viven debajo de tu cama, ni en el fondo del armario, sino que, tal vez, los creamos para no estar solos cuando todo está a oscuras. Porque es mejor creer que hay algo, que saber que estas completamente solo. Vacio.
Y que peor sensación, que creer que si alguien te conoce, pueda ser arrastrado al sin sentido que es tu vida, y que se lo lleve como la corriente de un rio desbordado en primavera, alejándolo... hasta perderlo.
Este es mi miedo, si te pierdo a ti, ¿qué me queda, aparte de mis preguntas sin respuesta, te quieros vacíos?
Si, suena tan tonto como parece. Serán solo divagaciones.
Y tu, como un camaleón, te adaptas, cambias según quieras o te convenga ser. Y al final, nadie sabe nada de ti, y tampoco les importa. Solo eres un eslabón más de la cadena trófica. Solo eres una mísera serpiente, que se arrastra, respira, traga y calla.
¿A quién vas a importarle, si incluso las palabras de amor se te atragantan?
Y es extraño, porque cuanto más sabes de ti, más te asustas. Y te preguntas, ¿qué es mejor, estar vacía, o que lo que esté dentro de ti dé miedo? Es decir, ¿qué es mejor, llegar a no sentir nada en absoluto para no hacerte daño, o sentir para no hacer daño?
¿Por qué dejo que me influyas tanto? ¿por qué te dejé escarbar tan hondo? ¿Por qué me rompiste?
Preguntas eternas. Respuesta: ninguna.
Lo curioso de todo esto, es que tal vez me guste, porque el hecho de preocuparme implica que tiene que haber algo ahí dentro. Es posible que no te haya perdonado, y que te odie, y que me culpe a mi misma por sentir esto, pero maduré. Sé que soy una persona, y no un monstruo. Sé que estos no viven debajo de tu cama, ni en el fondo del armario, sino que, tal vez, los creamos para no estar solos cuando todo está a oscuras. Porque es mejor creer que hay algo, que saber que estas completamente solo. Vacio.
Y que peor sensación, que creer que si alguien te conoce, pueda ser arrastrado al sin sentido que es tu vida, y que se lo lleve como la corriente de un rio desbordado en primavera, alejándolo... hasta perderlo.
Este es mi miedo, si te pierdo a ti, ¿qué me queda, aparte de mis preguntas sin respuesta, te quieros vacíos?
Si, suena tan tonto como parece. Serán solo divagaciones.
domingo, 7 de junio de 2015
"Soy la canción más triste de toda la historia".
"Mi bandera blanca es mi piel desnuda, y hace tiempo que no paso frío. Quien me conoce sabe que no es fácil hacerlo, por eso, los pocos que lo consiguen se quedan para siempre. Del mismo modo, tengo que confesarte que te he olvidado, que aquí ya hace tiempo que es primavera, aunque haya días de lluvias torrenciales - y quién lo diría, amor, con esta vida que llevo tan llena de tropiezos."
Una vez el tiempo se paró por nosotros, ahora es todo cuesta abajo, es una caída empinada y sin frenos, y, en el fondo, sólo puntiagudas piedras riéndose de ti al ver como poco a poco te desintegras,
te destrozas,
y ardes.
Para cuando llegas abajo, eres únicamente un despojo humano, como quien es destrozado por palabras crueles de una mujer despechada, o por miradas hostiles de aquellos que te miran al pasar. Como quien fue abandonado por su musa, con una nota de despedida en la almohada tras darte la noche de tu vida.
La oscuridad, entonces, pasa a reordenar los mueble de tu dormitorio, y tus ojos comienzan a olvidar la luz. Y vives allí, en aquella esquina, junto las arañas y las pesadillas, mientras eres barrido como polvo por el tiempo. A veces te permites creer, en lo que sea, pero, por miedo, vuelves a cerrar los ojos, y dejas que los monstruos de tu oscuridad se ceben contigo.
Si las personas fuesen edificios en construcción, yo me derrumbé, ya no recuerdo cuando. Hay escombros. Muchos escombros. Soy la canción más triste de toda la historia.
Pero de todo se sale, o eso dicen. Queda aún la posibilidad de incorporar ese dolor en ti, y hacerlo tuyo, y convertirlo en flor. Pero aquello que nace del dolor es débil, e incluso la flor más bonita se marchita con el paso de un huracán, que es la vida.
¿Deberíamos enseñar, entonces, a vivir para sufrir, o vivir con el único propósito de sobrevivir?
Ambos igual de deprimentes.
¿Por qué no solo vivir por vivir? Que la vida puede ser amarga y dulces, puede ser sonrisa o tristeza, pero desde luego, si no hubiera altibajos, significaría que estas muerto. Muerto en vida. Qué muerte tan cruel.
Serlo todo, sin aguantar el peso de nada, caminar descalzos por la vida como si esta no fuera a derrumbarte nada mas le des la espalda. Dejar de buscar tu media naranja para comenzar a besar sapos, y con suerte, llegar a darte cuenta de que ninguno de ellos llegará ser un príncipe, y que, de serlo, solo conocería esa vida encharcada, sucia y repulsiva.
Para dejar de ser solo una canción triste, y llegar a convertirte en la canción más bonita, y más triste, que jamás habría escuchado.
Una vez el tiempo se paró por nosotros, ahora es todo cuesta abajo, es una caída empinada y sin frenos, y, en el fondo, sólo puntiagudas piedras riéndose de ti al ver como poco a poco te desintegras,
te destrozas,
y ardes.
Para cuando llegas abajo, eres únicamente un despojo humano, como quien es destrozado por palabras crueles de una mujer despechada, o por miradas hostiles de aquellos que te miran al pasar. Como quien fue abandonado por su musa, con una nota de despedida en la almohada tras darte la noche de tu vida.
La oscuridad, entonces, pasa a reordenar los mueble de tu dormitorio, y tus ojos comienzan a olvidar la luz. Y vives allí, en aquella esquina, junto las arañas y las pesadillas, mientras eres barrido como polvo por el tiempo. A veces te permites creer, en lo que sea, pero, por miedo, vuelves a cerrar los ojos, y dejas que los monstruos de tu oscuridad se ceben contigo.
Si las personas fuesen edificios en construcción, yo me derrumbé, ya no recuerdo cuando. Hay escombros. Muchos escombros. Soy la canción más triste de toda la historia.
Pero de todo se sale, o eso dicen. Queda aún la posibilidad de incorporar ese dolor en ti, y hacerlo tuyo, y convertirlo en flor. Pero aquello que nace del dolor es débil, e incluso la flor más bonita se marchita con el paso de un huracán, que es la vida.
¿Deberíamos enseñar, entonces, a vivir para sufrir, o vivir con el único propósito de sobrevivir?
Ambos igual de deprimentes.
¿Por qué no solo vivir por vivir? Que la vida puede ser amarga y dulces, puede ser sonrisa o tristeza, pero desde luego, si no hubiera altibajos, significaría que estas muerto. Muerto en vida. Qué muerte tan cruel.
Serlo todo, sin aguantar el peso de nada, caminar descalzos por la vida como si esta no fuera a derrumbarte nada mas le des la espalda. Dejar de buscar tu media naranja para comenzar a besar sapos, y con suerte, llegar a darte cuenta de que ninguno de ellos llegará ser un príncipe, y que, de serlo, solo conocería esa vida encharcada, sucia y repulsiva.
Para dejar de ser solo una canción triste, y llegar a convertirte en la canción más bonita, y más triste, que jamás habría escuchado.
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